pododermatitis en perros

¿Qué es la pododermatitis en perros?

La pododermatitis es una inflamación de la piel que afecta las patas y entre los dedos de los perros. Es una condición común y puede estar asociada con múltiples factores como infecciones bacterianas, fúngicas, alérgicas o incluso enfermedades inmunológicas. La pododermatitis no es una enfermedad en sí misma, sino más bien un síntoma de un problema subyacente que provoca inflamación en las patas. Puede afectar a una o varias patas y, en casos severos, puede causar mucho dolor y afectar la movilidad del perro.

Síntomas de la pododermatitis en perros

Los síntomas de la pododermatitis pueden variar en severidad dependiendo de la causa y el grado de inflamación. Los signos comunes incluyen:

  • Enrojecimiento y hinchazón: La piel entre los dedos y las almohadillas puede aparecer inflamada y enrojecida.
  • Dolor y sensibilidad: Los perros pueden mostrar signos de dolor al caminar o al tocarles las patas, llegando incluso a cojear.
  • Llagas o úlceras: En casos graves, pueden aparecer llagas abiertas o úlceras que pueden infectarse.
  • Lamido excesivo: El perro puede lamerse o morderse las patas de manera continua en un intento de aliviar la incomodidad.
  • Pérdida de pelo: Puede haber pérdida de pelo en la zona afectada debido al lamido y mordisqueo constante.
  • Secreción o pus: En casos de infección, puede aparecer pus o secreciones de las llagas.
  • Cambios en la postura o en el andar: Los perros pueden caminar de manera extraña o evitar usar la pata afectada.

Causas de la pododermatitis en perros

Las causas de la pododermatitis son diversas y pueden incluir:

  1. Alergias: Las alergias alimentarias o ambientales (como al polen, polvo o moho) son causas comunes que provocan inflamación en las patas.
  2. Infecciones: Infecciones bacterianas, fúngicas o por levaduras pueden causar pododermatitis, especialmente si hay lesiones o llagas abiertas.
  3. Parásitos: Ácaros, pulgas y otros parásitos pueden causar irritación y llevar a la inflamación de la piel.
  4. Traumas: Cortes, espinas, quemaduras o cualquier tipo de lesión pueden desencadenar una respuesta inflamatoria.
  5. Problemas hormonales: Enfermedades como el hipotiroidismo pueden predisponer a los perros a infecciones cutáneas.
  6. Cuerpos extraños: Piedras, espigas o cualquier objeto atrapado entre los dedos puede provocar irritación y, eventualmente, pododermatitis.
  7. Problemas inmunológicos: Enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso también pueden ser causas subyacentes.
  8. Obesidad: El sobrepeso puede ejercer una presión adicional sobre las patas, aumentando el riesgo de inflamación.

Tratamiento para la pododermatitis en perros

El tratamiento de la pododermatitis depende de la causa subyacente, por lo que es esencial un diagnóstico adecuado. Las opciones de tratamiento incluyen:

  1. Limpieza y desinfección: Mantener las patas limpias es fundamental. Se pueden usar limpiadores suaves recomendados por el veterinario para lavar las patas y reducir la inflamación.
  2. Antibióticos o antifúngicos: En caso de infección bacteriana o fúngica, el veterinario puede recetar medicamentos tópicos u orales para tratar la infección.
  3. Tratamiento antiparasitario: Si la causa es parasitaria, es necesario administrar antiparasitarios específicos para eliminar los ácaros u otros parásitos presentes.
  4. Control de alergias: Si se sospecha de alergias, pueden ser necesarios cambios en la dieta, tratamiento con antihistamínicos o incluso inmunoterapia para controlar la reacción alérgica.
  5. Antiinflamatorios y analgésicos: Para reducir la inflamación y el dolor, el veterinario puede recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) o esteroides, dependiendo de la severidad.
  6. Cambios en el ambiente: Evitar superficies rugosas o calientes que puedan irritar las patas y proporcionar un área limpia y cómoda para que el perro descanse.
  7. Soporte para la piel: En algunos casos, se pueden recomendar productos tópicos, como pomadas cicatrizantes, para ayudar a regenerar la piel dañada.
  8. Control de peso: Mantener un peso adecuado ayuda a reducir la presión sobre las patas y puede disminuir los síntomas de la pododermatitis.

Prevención

  • Mantén las patas limpias y secas: Especialmente después de paseos en áreas húmedas o sucias.
  • Revisa las patas regularmente: Busca cuerpos extraños, enrojecimientos o cualquier signo de irritación.
  • Controla las alergias: Habla con tu veterinario sobre opciones para controlar las alergias de tu perro.
  • Utiliza productos antiparasitarios: Mantén un buen control de pulgas, garrapatas y otros parásitos.

La pododermatitis puede ser un problema doloroso para los perros, pero con un diagnóstico adecuado y tratamiento oportuno, la mayoría de los casos se pueden manejar con éxito. Si notas síntomas en tu perro, no dudes en acudir a tu veterinario para un tratamiento adecuado.

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